Argentina: cambia el gobierno y el organigrama y la administración saliente hace su balance de gestión

La Argentina atraviesa un proceso de recambio administrativo que, además, presupone modificaciones en el concepto que rigió al Estado en buena parte de estas últimas cuatro décadas: signado por la promesa de achicar el organigrama público y su presupuesto, la nueva gestión apunta a cambiar drásticamente el rol de la cosa pública. Entre las ideas planteadas por el gobierno que lidera el presidente que hace horas tomó posesión al mando, Javier Milei, también se erige la propuesta de la desregulación total de los mercados, algo que ya había ocurrido en la década de 1990. Pero, en medio del traspaso, la gestión saliente también dejó claro su balance.

El inaugurado ayer es, ante todo, un cambio estructural que se reflejó con la publicación del primer Decreto de Necesidad y Urgencia de la gestión de Milei, plasmado en el Boletín Oficial –disponible aquí– y publicado este domingo 10 de diciembre en plena jornada protocolar.

En él se exhibe un nuevo organigrama, que reduce de 18 a nueve los ministerios, y achicar su estructura a las carteras del Interior, de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; Defensa; de Economía; de Infraestructura, de Justicia; de Seguridad; de Salud; y de Capital Humano.

En adelante, Obra Pública, Comunicaciones y Transporte serán las tres áreas que se reunirán bajo el ala del nuevo Ministerio de Infraestructura, a cargo de Guillermo Ferraro, tal como lo refleja el Boletín Oficial de designación.

Egresado de la Universidad de Buenos Aires, en la trayectoria de Ferraro se destaca el haberse desempeñado durante los últimos 14 años como director de la filial local de la consultora KPMG, en lo concerniente a Infraestructura y Gobierno; además de haber sido subsecretario de Infraestructura y Telecomunicaciones de la Provincia de Buenos Aires entre 1988 y 1991; y subsecretario de Industria de la Nación entre 2002 y 2003, entre otros puestos.

Hace algunos días, Ferraro sintetizó su mirada con una frase elocuente y reflejada por la agencia de noticias local Télam, que resumió también la estrategia de gobierno en adelante: “Todo lo que puede hacer el privado, lo hará el privado y no el Estado”.

El Ministerio de Infraestructura tendrá por competencias a “todo lo concerniente a la elaboración de las políticas en materia de obras públicas e infraestructura y la política hídrica nacional; al transporte aéreo, ferroviario, automotor, fluvial y marítimo, a la actividad vial; a la política de desarrollo de viviendas, hábitat e integración urbana; a la elaboración, propuesta y ejecución de las políticas en materia de comunicaciones, a la concesión de obras de infraestructura y servicios públicos, y de la ejecución de las obras de infraestructura vinculadas a la minería y energía”.

Entre sus facultades, también se precisa que abordará “el diseño de políticas y en la elaboración de instrumentos de regulación, estandarización y coordinación del sector de las telecomunicaciones, de los servicios de comunicación audiovisual, de los servicios postales y del desarrollo satelital, en el ámbito de su competencia”.

En las precisiones normativas, el Boletín Oficial declama que la cartera será la encargada de implementar “los programas de integración socio urbanos de los Barrios Populares identificados en el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (Renabap)”, creado por decreto en 2017 para fomentar el desarrollo de infraestructura y de redes comunitarias de Internet que, en sus tres años de vida, logró llegar a más de 1.200 barrios populares gracias a la utilización de recursos provistos por el Fondo de Servicio Universal (FSU).

A la par, los lineamientos vinculados a las telecomunicaciones que dependen del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y que hasta la semana pasada estuvieron a cargo de Claudio Ambrosini, aún están sin definición.

Inclusive, aunque en algún momento había trascendido que Energía y Minería integrarían también las áreas de alcance de este Ministerio de Infraestructura, luego se confirmó que se mantendrían bajo la órbita de Hacienda, cartera que comandará Luis “Toto” Caputo. Esta determinación parece explicarse por la administración de las divisas que deberá efectuar esta cartera, tanto por lo que se requiera para importar como lo que se obtenga por exportaciones.

Allí, se reunirán las definiciones que se tomen en torno a los recursos naturales argentinos como, por ejemplo, el litio. Vale recordar que hace dos años se viene discutiendo la estrategia que se adoptará al respecto, por ser uno de los países con mayores yacimientos del mundo y por haberse convertido en un insumo elemental para el desarrollo de la industria de semiconductores y de las llamadas tecnologías verdes.

Así, Economía será la cartera que tendrá implicancias “en todo lo inherente a la política económica, presupuestaria e impositiva y de desarrollo productivo, a la administración de las finanzas públicas, la industria, la agricultura, la ganadería y la pesca, a las relaciones económicas, financieras y fiscales con las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a la elaboración, propuesta y ejecución de la política nacional en materia de energía, de minería y de comercio”.

Otra de las áreas que resultan de interés al sector involucra la degradación del ahora ex Ministerio de Ciencia y Tecnología a la jerarquía de secretaría, que queda bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete. Vale recordar, en este sentido, que hace tan sólo dos meses y por primera vez en la historia, el país estableció por ley un plan estratégico para el sector y con lineamientos hasta el fin de la década. 

Buena parte de los anuncios formulados hasta el momento, involucran una fuerte apuesta privatizadora y que hacen prever cuál será la suerte de empresas como la satelital Arsat, YPF, o la compañía de investigación y desarrollo para la industria energética creada en 2013 por la petrolera estatal y el CONICET, Y-Tec;  por citar algunos casos emblemáticos.

En ese mar de especulaciones, Elon Musk, dueño de SpaceX, Tesla, la constelación LEO Starlink, la red social X (ex Twitter) y públicamente interesado en el desarrollo productivo del litio, fue uno de los empresarios internacionales vinculados al sector que manifestaron su alegría tras concretarse la presidencia de Milei.

Y en las últimas semanas fue Diana Mondino, ahora Canciller de Argentina, quien confirmó en su cuenta personal de la red social Twitter que estaban trabajando en la habilitación del ingreso de Starlink al escenario local, compañía que aún no había iniciado sus operaciones en el territorio a diferencia del desembarco escalonado concretado en el resto de la región. Puertas adentro del sector, se especuló muchas veces con que esta demora estaba dada por una decisión proteccionista hacia Arsat, aún cuando persigan diferentes objetivos estratégicos.

En las últimas horas de la administración saliente, la Secretaría de Innovación Pública (SIP) difundió un balance de gestión que -disponible aquí– repasa las estrategias desarrolladas en términos de transformación pública digital, inclusión y conectividad. Por ejemplo, destaca las acciones desarrolladas en la ampliación y actualización de la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO), que posee 32.804 km iluminados y 1.146 nodos operativos en 1.129 localidades en todo el país;. También incluyó el lanzamiento del programa Mi Pueblo Conectado, con el que se llegó con conectividad satelital a más de 170 localidades mediante la instalación de  567 antenas, entre otras iniciativas que buscaron “reducir brechas de uso y de acceso a las tecnologías”.

Pero el balance de la SIP va más allá y en sus 90 páginas, enumera acciones que desarrollaron la Subsecretaría de Servicios y País digital, la Subsecretaría de Innovación Administrativa, la Subsecretaría de Tecnologías de la Información, la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad, la Oficina Nacional de Contrataciones y tres organismos: el Enacom, Arsat y el Correo Oficial.

La construcción de satélites de conectividad, como el Arsat SG-1, cuya obra se encuentra al 42 por ciento de ejecución y una inversión acumulada de 130 millones de dólares, y el desarrollo del proyecto del satélite Arsat SG2 también fueron incluidas. Son iniciativas que permitieron llevar conectividad satelital a más de 300 Centros de Atención Primaria de Salud (CAP) ubicados en zonas cordilleranas de difícil acceso y a otros 1.287 CAP de todo el país, sumados a la coordinación de conectividad satelital y terrestre con la que se llega a 16.156 escuelas.

Además, se hizo hincapié en el desarrollo de la nube pública y la actualización del Centro Nacional de Datos, su estrategia de ciberseguridad, de conectividad transfronteriza, de cuidado de los datos con blockchain, con interoperabilidad de los sistemas. A esto se sumó el desarrollo del cable submarino Humboldt, que unirá a América del Sur con Asia a lo largo de más de 14.000 kilómetros con un costo global de 452 millones de dólares y que es una iniciativa conjunta entre Arsat y el país vecino.

El resumen de la SIP detalla también aspectos regulatorios que hacen al sector, como la subasta de espectro para dar paso a la quinta generación móvil y las definiciones en torno al uso de banda de 6GHz, entre muchas otras referencias de logros, debates y proyectos en curso.

Con todo, este lunes es el primer día hábil de una nueva gestión de gobierno; por lo que esta crónica está en pleno proceso de desarrollo, y continuará.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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