Reducir, reutilizar y reciclar es la regla de la sustentabilidad que la industria de las telecomunicaciones repite como mantra y en torno a la que se delinearon estrategias concretas para el sector, entre las que se destaca una clara apuesta por reducir las emisiones de carbono que provocan el calentamiento global y la urgencia por reutilizar insumos (y, a su vez, la generación de basura). Muchas de estas estrategias que se vienen desarrollando, se profundizarán en 2024; inclusive, porque la economía circular del mercado móvil promete generar 100.000 millones de dólares hacia 2026, año para el que cada vez falta menos.
Durante 2023 fueron muchas las iniciativas que apuntaron a conciliar la ecuación entre la cuestión ambiental y el impacto operativo; a la par que permitir contar con respuestas para las necesidades concretas de incrementar las redes y su capacidad de tráfico. En ese marco, la inteligencia de la infraestructura es central, inclusive, para lograr consumos energéticos más eficientes.
Así, la adopción de la inteligencia artificial (IA), la nube y la computación en el borde, como herramientas disruptivas para enfrentar las urgencias medioambientales fueron sólo algunos de los ejemplos que se conocieron en el marco del BCN2023 LATAM SUMMIT, que realizó TeleSemana.com.
En esa búsqueda de la eficiencia, la fibra óptica al hogar (FTTH, por su sigla en inglés) pasó a tener las propiedades del Aloe Vera, o casi al, por ejemplo, ofrecer un impacto ambiental hasta18 veces por debajo del ocasionado por el cobre, y hasta cinco veces menos por acceso.
Pero hay más. Los estudios del Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones (ETSI, por su sigla en inglés), que al momento de ponderar la evolución tecnológica de las redes junto a la necesidad de arribar a estrategias de eficiencia energética tangibles que reduzcan la huella de carbono (CO2), señaló que la fibra óptica es un comodín estratégico; ya había sido la Alianza Global del Consejo FTTH (FCGA) la que a mediados de año había subrayado el rol de FTTH al momento de cumplir con las estrategias y las metas ambientales globales.
O aquello que señaló el informe realizado por WIK-Consult para Wi-Fi Alliance, que reflejó que el uso de la banda de 6 GHz, íntegramente para comunicaciones inalámbricas, promueve los objetivos de sostenibilidad ambiental en la lucha contra el cambio climático.
Y aunque el foco parece estar siempre puesto en las acciones que se desarrollan en la tierra, también se amplió el debate y el alcance hacia las exploraciones y las decisiones que se despliegan en el espacio. En este caso, la mirada se posó en los miles de objetos obsoletos que orbitan abandonados y sobre los que es preciso comenzar a tener una política activa.
Los ciclos de vida también pasaron a estar en el centro de las estrategias de los operadores, como es el caso de Telefónica de España, al reconocer que su consumo de energía por unidad de tráfico se redujo hasta un 86 por ciento desde 2015 y que el porcentaje de consumo eléctrico renovables en instalaciones propias fue del 79 por ciento a nivel global en 2023, pero que la filial española funcionó en su totalidad a base de energías renovable. E, inclusive, cuya red de cobre tiene sólo cuatro meses de vida por delante.
Otras experiencias destables son las de Cellnex, la de Millicom y, porqué no, la de Vodafone, en Reino Unido, quien logró reducir las emisiones de carbono operativas en un 92 por ciento en tres años o porque cuyas apuestas en Open RAN también redundaron en la amigabilidad ambiental.
Telecom, a su vez, presentó a mitad de año una sim card realizada con productos reciclados que, con la expectativa de fabricar 14 millones de SIM cards al año, prevén reemplazar el parque total de semiconductores con esta versión sustentable.
En su balance de acciones vinculadas a la sustentabilidad, publicado en las últimas horas de 2023, el operador repasó algunas de las acciones vinculadas al achicamiento de la brecha digital y de adquisición de habilidades digitales, pero también de reforestación.
En tiempos en que la economía circular es una verdad, aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, porque hace un año que Brasil lideró hace el ránking de basura electrónica, seguido por México y Argentina.
El desafío es grande, como la urgencia, y el año apenas comienza.
